Kamishibai significa “drama de papel” y es una forma de contar historias apoyada en vistosas laminas ilustradas desplegadas dentro de un pequeño escenario de madera. Esta técnica originada en los templos budistas de Japón en el siglo XII con el fin de transmitir enseñanzas, se revitalizó entre los años 1920 y 1940 tomada por artistas callejeros, convirtiéndose en tiempos de postguerra en un medio de sustento para los desempleados. Participan en el espectáculo tres actores/relatores que retoman e interpretan la palabra de autores argentinos de literatura infanto-juvenil.